¡Buenas tardes!,
Recientemente estaba hablando con una compañera sobre estereotipos de belleza, perfección... A mi parecer, el uso de las nuevas tecnologías ha influído masivamente en la transmisión de estos patrones por las siguientes razones:
· La posibilidad de difusión masiva que proporcionan las nuevas tecnologías, siendo la inundación a la que estamos sometidos mucho más grande que la que pudiéramos imaginar hace unos años.
· A sabiendas que la vía visual suele guiar bastante nuestra percepción de las cosas, el uso del multimedia (fotos, videos) potencia lo impactante, el morbo y la belleza excesiva.
· Las dos anteriores causan semejante perjuicio en este ámbito debido a que, los estereotipos que transmitidos por estos medios, son los de cuerpos imposibles. Si bien es verdad que en diferentes épocas ya se tendía a mejorar la imagen de uno mismo, con maquillajes, tatuajes, ídolos religiosos de proporciones apolíneas... ¿Pero de verdad esta deformación hacia lo absurdo se hacía con tanta frecuencia y sinrazón como hoy en día?
Photoshop es una herramienta que permite modificar imágenes hasta límites inimaginables, pero como sabemos, no se puede demonizar a la herramienta, sino al usuario: a mi parecer, proporcionan una vía de escape para el ansia del ser humano de alcanzar la perfección.
Así pues, si juntamos el hambre con las ganas de comer (el impacto de lo visual, los estereotipos imperantes, la facilidad para modificar las imágenes y la rapidez con que esta información puede ser transmitida por las redes), obtenemos aberraciones como las que podemos ver en la siguiente página:
· http://www.mamamia.com.au/social/victoria%E2%80%99s-secret-models-without-photoshop/
Pero, vuelvo a recalcar, las nuevas tecnologías a mi parecer no han sido más que un catalizador en este proceso, y no un causante.
¡Saludos y espero que las fotos os sorprendan tanto como a mí!
JoanGCC
P.D.: Debo buscar ejemplos de esto con modelos masculinos.
Me ha gustado lo de "se junta el hambre con las ganas de comer". Creo que lo resume bien la cultura del hedonismo en la que vivimos y que nos ofrece la posibilidad de vivir para ir buscando un estímulo impactante tras otro. Creo que eso es lo que hay tras la tendencia a obsesionarse con esos cuerpos imposibles.
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