La tecnología suele ser entendida como un corpus de herramientas las cuales nos permitan realizar una función que, o bien fuera imposible en su día, o bien nos facilitara la realización de diferentes tareas. Se olvida en estas conceptualizaciones un aspecto muy importante: la función de cambio, de innovación.
Cualquier innovación tecnológica debe suponer un cambio en la manera que tenemos de entender el mundo (a esto se le llama paradigma), en como nos relacionamos con él. La escritura fue in invento que permitió tanto refinar la lengua oral, como la posibilidad de transmitir la información y almacenarla para futuros usos y generaciones. Le siguieron, entre otros, el servicio postal, la imprenta, el teléfono... Ahora estamos en la época de Internet, inmersos en la llamada sociedad de la información. O como a algunos les gusta llamar, y cuya posición comparto, la sociedad de la Infoxicación (intoxicación informativa).
Esta innovación de la que tanto se habla cuando salen nuevos dispositivos a la venta, con funcionalidades cada día más vistosas y comerciales, ¿aportan algún valor innovador a nuestra manera de ver el mundo?¿Nos facilitan nuestras tareas? Tomemos como ejemplo la infoxicación de la que hablaba previamente. El acceso a Internet se concibe casi como un derecho universal, ya que resulta una innegable fuente de información. El acceso a esta biblioteca de novedades y puntos de vista aportados por los que navegan por Internet es incalculable.
Pero, si se considera el acceso a internet como un derecho, ¿no debería ser también un derecho de los ciudadanos el saber acceder a esa información? Es más, ¿no se debería enseñar a los ciudadanos como saber buscar información por los océanos de internet, como saber discernir cuando nos quieren engañar de cuando no, como construir conocimiento a partir de esa información? En resumen, que las personas adopten una actitud crítica y reflexiva entorno a esta nueva herramienta y la utilicen más como un lugar donde construir conocimiento que como una herramienta para obtener toneladas de información.
http://www.infonomia.com/img/pdf/sobrevivir_infoxicacion.pdf
Por último, la canción del día: Erasure - A Little Respect
Estoy muy de acuerdo en lo que expones al final del post: ahora es la gente la que tiene que elegir la información que ahora puede ser excesiva.
ResponderEliminarAntes el acceso a la información era limitado: con suerte en casa había la típica enciclopedia a tomos que se iba quedando desfasada. Ahora con Internet el acceso a la información no tiene límites. Bueno sí, la paciencia del lector! Plataformas como blogspot o twitter dan voz a millones de personas, y hay que saber priorizar y elegir bien qué voces escuchar.